Andrea González Quiroz: Des-velos

Exposición Individual - Alianza Francesa

Mayo, 2009

Materia y poesía

La obra de Andrea González no solo explora la forma en la frontera misma de la disolución de lo pictórico, sino también obvia los consabidos rudimentos representacionales; de la primera estrategia obtiene formas e intensidades expresivas del valor y de la segunda la sustitución de la ficción perspectiva, del trampantojo, por un peculiar y personal uso de lo real: un universo de objetos cuyo sentido apenas le es conferido por la dislocación, la alteración y la confiscación propias de la estrategia y la función del readymade. Antes que nada, la objetualidad deviene memoria y humanidad como cifra de lo psíquico, lo sensible y lo corporal.

La complejidad matérico-formal con que se plantea y se resuelve el conjunto de la obra aparece como una rica y contrastada cartografía, lugar este en el que se escenifica toda una diversidad de fenómenos -pequeñas historias de la memoria y los sueños-, cuya abierta ambigüedad es controlada , como metáfora, por la bella arquitectura dibujada -¿bordada?- por hilos en el espacio plástico; lugar de la memoria y los deseos recluidos pero al mismo tiempo liberados en la geometría de cada nudillo y en la misteriosa, si no tensa, poética que supone el tránsito de lo blanco a lo negro: punto de origen e inflexión de algún designio, de algún destino, determinados o no.

Andrea retoma la punta de ovillo de las prácticas y experimentación de una de las líneas contestatarias de lo moderno, aquella que de las manos de Marcel Duchamp y Piet Mondrian pondría en el banquillo de los acusados al mismísimo Cubismo, liberándola del dogma -inherente y en germen en toda posición contestataria- y refundando sobre esta arqueología un arte propio, un momento estético que dice, casi como un diario íntimo, lo propio del arte de género que se une a las varias voces en la dimensión compleja de la sociedad masificada y degradada de nuestros días. De ahí que la obra, en su propia constructividad, devenga materia que recluye y libera, ata y desata, desvía y reconduce los deseos y sueños como retorno de un poco de humanidad.

Carlos Sosa

Asunción, mayo de 2009